Poema: “El Fulgor de las Hojas Doradas”

Jul 21, 2023 | Lecturas | 0 comments

En el ocaso de la vida marchitada,
donde los días son hojas doradas,
se abre el libro de la tercera edad,
la etapa que al pasado ha de honrar.

Arrugas danzan como senderos,
testigos de años, sueños sinceros,
en el rostro cansado del caminante,
que enfrenta el crepúsculo desafiante.

Memorias danzan entre brumas,
retratos lejanos, almas exhumas,
recuerdos que tiemblan en el espejo,
reflejos del tiempo, susurros añejos.

Las manos temblorosas, sabias y serenas,
tejen con hilos de sabiduría plenas,
historias de batallas, triunfos y derrotas,
con anhelos cumplidos y otras vueltas rotas.

Los ojos, dos faros que ven más allá,
despuntando en mundos de eternidad,
contemplan el universo infinito,
donde se funden pasado y mito.

Las palabras emergen con pausa y calma,
poesía viva que el tiempo no aplama,
pues la voz que narra el cuento de su vida,
es como un río que fluye sin medida.

En cada arruga y surco de su faz,
reposan tesoros que el alma atesora,
donde la juventud es solo un eco,
y el sabio corazón se siente a salvo.

Oh, tercera edad, estirpe de sabios,
conocedores del tiempo, sus agravios,
enseñadnos el arte de envejecer,
con gratitud, sin miedo, enaltecer.

Así, al llegar al último sendero,
encontraremos el tesoro verdadero,
la riqueza que en la vejez se halla,
al descubrir que la vida es una gala.

En el ocaso de la vida marchitada,
donde los días son hojas doradas,
brilla la tercera edad con su fulgor,
cosechando sabiduría, amor y valor.